Últimas entradas
«Odio» («Cop Hater») – Ed McBain (1956)
Ed McBain, pseudónimo de Evan Hunter, inaguró con Odio la que acabaría siendo la mítica serie del distrito 87. Más de cincuenta novelas en las que el protagonista no es un detective, sino una comisaría entera, pero veamos antes cómo se gestó. Antes de esta serie del distrito 87, Evan
«El hombre que se esfumó» («Mannen som gick upp i rök»)- Maj Sjöwall y Per Wahlöö (1966)
El hombre que se esfumó es la segunda entrega de la serie de Martin Beck, el policía que conocimos un año antes en Roseanna. Si en la primera novela teníamos una investigación policial de principio a fin, en esta ocasión cambiará el registro, la localización y las circunstancias. Para empezar,
«Quince días de noviembre» – José Luis Correa (2003)
Quince días de noviembre es la primera entrega de la serie del detective Ricardo Blanco. Un detective que empezó por su amigo, Miguel Moyano, que puso el dinero y él el tiempo para montar la agencia. «De poco me sirvieron, entonces, las varias carreras sin terminar (…) y comencé a
«Vermouth: Una novela y ocho aperitivos más» – Esteban Salinero (2016)
Vermouth: Una novela y ocho aperitivos más es una novela corta y ocho relatos. La obra está publicada en la categoría de novela negra, pero Vermouth: Una novela y ocho aperitivos más es una novela que trasciende el género, a pesar de contar con todos sus ingredientes: Boxeo, amaños, miserias,
«Pesadilla en rosa» («Nigthmare in Pink»)- John MacDonald (1964)
En 1964, John McDonald nos presentó su detective privado Travis McGee en cuatro novelas. La primera llevaba por título Adiós en azul (The Deep Blue Good-Bye) y la segunda, Pesadilla en rosa (Nightmare in Pink), la que reseño. La serie de McGee se compone de veintiuna entregas. La última saldría
«El último beso» («The Last Good Kiss») – James Crumley (1978)
El último beso tiene un comienzo para enmarcar, no en vano Crumley invirtió dos años en escribirlo, el resto de la novela en un año: «Cuando por fin di con Abraham Trahearne, estaba tomando cerveza con un bulldog alcohólico de nombre Fireball Roberts en un antro destartalado de las afueras