Como todos los amantes de Montalbano saben, Livia, su eterna novia, vive en Génova, concretamente en Boccadasse.
Literariamente, el tener un personaje que vive fuera de donde ocurre la acción principal da siempre mucho juego. Así, cada vez que Livia llega rompe la rutina de Montalbano, aporta una nueva perspectiva, cambia la dinámica de la historia, proporciona un descanso o aumenta la tensión del relato con un nuevo conflicto… Sin embargo, la elección de Boccadasse, ese antiguo barrio pesquero, como residencia de Livia, no fue casual.
En 1950, Camilleri había ganado el premio ex aequo de poesía de las «Olimpiadi culturali della gioventù» que se celebraban en Génova. Durante dos días, Camilleri estuvo caminando sin rumbo por la ciudad, según confesó se había enamorado a primera vista de ella, «aunque el mar oliera diferente». El tercer día conoció a Rafaella (hay quien dice que sería la futura Livia) una joven abogada que se ofreció a enseñarle la ciudad y su casa, en un lugar increíble: Boccadasse. Camilleri quedó prendado. En una entrevista afirmó que era como si le hubieran puesto delante de los ojos «un trozo de mi Sicilia» ¿Qué mejor sitio para Livia?
Tras la muerte de Camilleri en 2019, se acordó rendir un homenaje al escritor y, poco después, una de las calles de Boccadasse se nombró como «Via Andrea Camilleri». Si se acercan a este barrio, cualquier lugareño les indicará dónde se encuentra «la casa de Livia».