El inspector llega tarde es una novela corta, dividida en capítulos breves, cada uno un día de la semana. Comienza un sábado con la señora Misarachs despertando a su marido Claudi, aunque el lector sepa que se finge dormido.

«-Han telefoneado de la fábrica… -empezó ella.

– ¿De la fábrica? ¿Y qué quieren?

– Dicen que vayas enseguida. Ha llamado el propio señor Ignasi; parece que es algo urgente. Me ha dicho que te mandaría el coche…»

Bajará por una escalera que nos encuadrará perfectamente las condiciones de vida del protagonista, Claudi. «La escalera estaba oscura y a medida que se alejaba del tercer piso, en el que vivía él, la penumbra aumentaba. Oscura y estrecha. En conjunto, bastante miserable, como observó con cierto desinterés. Ya se había acostumbrado. Hacía años que vivían allí. Desde que se había casado. Procedente de alguno de los pisos, se derramaba hacia el exterior un olor desagradable que no conseguía identificar (…) Las paredes estaban descascarilladas, rayadas, repletas de nombres y dibujos primarios y groseros»

Nada más llegar a la fábrica le darán la noticia de que habían «desaparecido cincuenta mil pesetas» (como referencia, Claudi cobra «trescientas pesetas semanales») de la caja fuerte. La caja no ha sido forzada, había un vigilante nocturno que no vio nada y Claudi, al que le pidieron que se quedara de guardia toda la noche. «Puedo garantizar, por tanto, que nadie ha tocado y, ni que decir tiene, abierto la caja en toda la noche. Con o sin llaves». Porque, para complicarle el caso más al inspector Jaume que interroga a Claudi y otros empleados, solo una persona tenía las llaves, el señor Peralta, quién fue el que descubrió el robo esa mañana del sábado.

El inspector aparenta ser despistado, sin mucha experiencia y menos idea de por donde orientar su investigación. Sin embargo, lo que aparentaba ser una novela de misterio, poco a poco irá tornándose una novela negra. El punto de no retorno será cuando Claudi, reciba una llamada telefónica anónima reclamándole que devuelva el dinero que él afirma no tener. En el trabajo sus compañeros parecen comportarse de forma diferente y hasta el inspector sospecha de él. La tensión irá en aumento: ¿le siguen o se lo imagina? ¿es la policía o son otros? ¿se han confabulado sus compañeros contra él?… Todo desembocará en un final propio de los clásicos de hard-boiled.

En El inspector llega tarde, Manuel de Pedrolo retrata al protagonista más por los detalles de sus emociones irritable, nervioso, furioso…, que por sus acciones. Destaca también en un segundo plano su sacrificada mujer, Teresa, que soporta sus cambios de humor y sus salidas de tono. No todo es negrura. Hay momentos, como relámpagos en sus existencias grises, para la esperanza y el amor. «Ambos se comprendían a la perfección. Aquello significaba que no tenían importancia alguna las palabras demasiado fuertes o impacientes (…) el desgaste de la vida cotidiana; que, bajo todo eso había algo más, mucho más: ellos dos como fueron un día, como aún eran, pero a escondidas; como serían siempre a pesar de todo, pasara lo que pasara». 

En El inspector llega tarde es importante el trasfondo social. El ir y venir de los obreros en una única línea de tranvía «a menudo, cuando no tenía ganas de propinar codazos a diestro y siniestro, tenía que resignarse a dejar que pasaran tres o cuatro tranvías», las condiciones del barrio donde vive el protagonista y donde el mercado deja «desperdicios de verduras acumulados a lo largo de las aceras», «caminuchos» de barro alrededor de la fábrica. El inspector le dice a Claudi que vive «en un barrio triste» y cuando oye su sueldo de trescientas pesetas, la respuesta del inspector es «no es mucho»… Todo ello crea y recrea el ambiente en el que el protagonista Claudi haya de tomar una decisión transcendental. 

El inspector llega tarde no fue censurada por la dictadura franquista, pero Manuel de Pedrolo la sufrió en muchas de sus otras obras. Él resumió los criterios por los que fue víctima en «catalanismo, opiniones políticas, religión, moral sexual y lenguaje indecoroso». Aún así, no cejó llegando a recurrir a los premios literarios para burlar la censura. Como referencia, de sus ochenta y cuatro títulos publicados, treinta y tres hubieron de esperar más de diez años entre 1949 y 1980*.

Por último, no puedo terminar la reseña, sin destacar que diez años después de El inspector llega tarde, Manuel de Pedrolo se convirtió en el director editorial de la mítica La Cua de Palla («La Cola de Paja») en Edicions 62 y autor del nombre de la misma. La colección original contaría con un total de setenta y un títulos en catalán, la mayor parte de ellos eran clásicos de la novela negra. Como curiosidad, el título más vendido de Edicions 62, no sería una novela negra, sino de ciencia ficción escrita por Pedrolo: Mecanoscrit del segon origen.  Me despido con el prólogo del primer volumen de La Cua de Palla que, aunque no va firmado, se atribuye a Manuel de Pedrolo:

«Una novella col·lecció, la primera del seu gènere en llengua catalana, comença la seva esperançada trajectòria. Se’n diu La Cua de Palla, nom que ens ha semblat escaient perquè tots els criminals la hi tenen; sempre acaben per cremar-los-la. De vegades
costa una mica, però això és convenient, si més no, entre les cobertes d’un llibre, car altrament no hi hauria història.»

«Una novela colección, la primera de su género en lengua catalana, comienza su esperanzada trayectoria. Se llama La Cola de Paja, nombre que nos ha parecido adecuado porque todos los criminales se la tienen; siempre acaban por quemársela. A veces cuesta un poco, pero esto es conveniente, al menos, entre las cubiertas de un libro, pues de lo contrario no habría historia.»

Fuentes

(*) http://www.fundaciopedrolo.cat

https://revistacalibre38.com/2012/01/25/la-cua-de-palla-de-jordi-canal-y-alex-martin-escriba-por-francisco-j-ortiz/

https://www.elnacional.cat/es/cultura/ediciones-62-celebra-60-aniversario_757101_102.html

Pedrolo i La Cua de Palla – Joan Fontcuberta. Universitat Autònoma de Barcelona (Quaderns. Rev. trad. 14, 2007 49-55) https://ddd.uab.cat/pub/quaderns/11385790n14/11385790n14p49.pdf

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