Soleá cierra la trilogía con Fabio Montale y Marsella como protagonistas. Tras el éxito de ventas de la primera novela Total Khéops en 1995 y su confirmación un año después con la publicación de Chourmo, el editor y descubridor de Jean-Claude Izzo, Patrick Raynal (ver entrada, Génesis y publicación de «Total Khéops» de Jean-Claude Izzo) le anunció que había programado publicar una nueva novela de Fabio Montale. Izzo le confirmó que le entregaría en fecha el manuscrito, pero al mismo tiempo le avisó de que sería el último. Por una parte, el personaje de Fabio Montale le comenzaba a agotar y, por otra, Izzo temía encasillarse en el género negro. De hecho, contemporáneamente aceptará la oferta de la editora Marguerite Tiberti de publicar sus poemas de juventud, por lo que durante buena parte de 1997, compaginará los dos proyectos: por el día trabajará la historia de Fabio Montale y por la noche, revisará y corregirá sus poesías.

El año 1997 significa también la ruptura definitiva de Laurence con Jean-Claude Izzo. Ella había descubierto que Jean-Claude Izzo tenía otras dos relaciones sentimentales, sin que a su vez ninguna de ellas, Emmanuelle y Béatrice, conociera la existencia de las otras. Izzo había logrado convencer a Laurence de que sólo la quería a ella y que asentaría la cabeza con ella, que cambiaría. Hasta que un día Laurence encuentra unas cartas en el despacho del autor marsellés. En ellas, una tal Catherine escribe a Izzo rememorando un antiguo amor de juventud y contando los días para su encuentro en París. Con este fragmento de la vida de Jean-Claude Izzo podrán entender mejor el personaje de Fabio Montale, un ser enamoradizo, condenado a no poder mantener una relación estable con ninguna mujer. A esto hay que añadir que Jean-Claude Izzo fue comunista y acabó yéndose de una Marsella donde sentía que su gente había traicionado sus ideales y no plantaba cara ante el surgimiento del partido Frente Nacional y el auge del islamismo radical.

En Soleá, Jean-Claude Izzo tiñe la novela de un tono más íntimo y fatalista que las dos primeras entregas.

Babette Bellini es una periodista de investigación que busca refugio en un pueblo perdido donde vive Bruno, filósofo, anarquista y antiguo amante, que ha rehecho su vida después de haber dejado París, desencantado con la conclusión del mayo del 68.

«Cuando los sindicatos firmaron los Acuerdos de Grenelle, los obreros volvieron a la fábrica y los estudiantes a la universidad, Bruno supo que no había corrido lo bastante rápido. Ni él ni toda su generación. El viejo mundo les había alcanzado. El dinero se había convertido en el sueño y la moral. La única alegría de la vida. El viejo mundo había inventado una nueva era de miseria humana»

A Babette le persigue la mafia italiana. Posee unos documentos que no quieren que vea la luz y para conseguirlos no han dudado en torturar, asesinar a su círculo más cercano. «En su mente, el horror se había instalado. En cuanto cerraba los ojos, volvía a ver el cuerpo de Gianni. Y detrás de él, los de Francesco y Beppe, a quienes no había visto, pero imaginaba. Cuerpos torturados, mutilados. Con toda aquella sangre a su alrededor, negra y coagulada. Y aún otros cuerpos. Detrás de ella. Sobre todo delante de ella. Inevitablemente».

Instalada en la casa de Bruno, Babette envía a Fabio Montale un sobre de burbujas que contiene cinco disquetes y una hoja con dos frases: «Todavía te amo» y «Manténme a salvo».

Fabio Montale tiene por costumbre ir al Bar des Maraîchers, allí «todo el mundo sabía por qué era de Marsella y no de otro sitio, por qué estaba en Marsella y no en otro sitio, por qué vivía en Marsella y no en otro sitio. La amistad que flotaba allí, en los vapores de anís, se basaba en un intercambio de miradas. La del exilio de nuestros padres. Y era tranquilizador. No teníamos nada que perder, puesto que ya lo habíamos perdido todo». Fabio Montale había perdido a Lole, le había dejado. Lole, la chica de la que estaban enamorados los tres amigos de toda la vida. Los tres formaban una banda que cometía atracos. El atraco a una farmacia que salió mal, provocó que Fabio Montale decidiera cambiar de vida y de ciudad. Se alistó en el ejército y se marchó cinco años a Yibuti para volver a Marsella convertido en policía e investigar la muerte de sus dos amigos, Ugo y Manu (Total Khéops). Esto supuso el reencuentro con Lole y finalmente que se convirtieran en pareja. Sin embargo, una carta de Babette provocó la ruptura. Lole desconocía la existencia de Babette a pesar de que formara parte de la vida de Fabio desde desde que hacía años lo entrevistara para La Marseillaise, habían sido amantes y amigos que se encontraban regularmente.

Una mañana, una llamada despierta a Fabio.

«-Sólo una pregunta. ¿Sabes dónde está Babette Bellini?
(…)
-¿Dónde está quién?
-No te hagas el tonto, Montale. Tu novia, Babette, la excavadora de mierda. ¿Sabes dónde podemos encontrarla?
-Estaba en Roma -dije, pensando que si la buscaban aquí, ya no debía de estar allí.
-Ya no está allí.
(…)
-¿Es eso todo?
-Eso es lo que vas a hacer, Montale. Haz lo que quieras, pero intenta encontrar a tu novia por nosotros. Ella tiene cosas que nos gustaría recuperar, ya ves. Como no tienes nada que hacer en tu puto día, debería ir bastante rápido, ¿no?
-¡Vete a la mierda!
-Cuando te llame, no estarás tan orgulloso, Montale»

Efectivamente, la siguiente llamada irá precedida por la muerte de una mujer a la que acaba de conocer, pero con la que se imagina un futuro. Un futuro muerto. Montale deberá por una parte investigar dónde se encuentra Babette, ganar tiempo con los mafiosos, proteger a sus seres queridos (Honorine, su vecina y segunda madre y a la pareja de ella, Fonfon) y al mismo tiempo colaborar con la responsable policial del caso, Hélène Pessayre, una mujer por la que comienza a sentirse atraído. Todo ello con una mirada nostálgica de los diferentes personajes con los que se cruza Montale y las calles de Marsella, salpimentado con citas poéticas y canciones, el título de la primera novela, Total Khéops, proviene del grupo de rap IAM y al que menciona para criticar el problema de la droga y el Frente Nacional y el mismo título de Soleá que hace referencia a una pieza de Miles Davis y, en palabras de Lole, «la columna vertebral del canto flamenco». Jean-Claude Izzo cierra en la soledad de una barca el universo de Montale y Marsella manteniendo la crítica a la sociedad, la clase política y alertando de la influencia creciente de la mafia.

Fuentes

Jean-Claude Izzo de Jean-Marc Matalon – Éditions du Rocher (2020)

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