Anatomía del crimen del escritor, periodista y profesor universitario, Mariano Sánchez Soler, lleva por subtítulo Guía de la novela y el cine negros. El libro cumple lo que promete en esta selección de autores y películas que Mariano Sánchez Soler nos va desgranando capítulo a capítulo.
En el primer capítulo nos dará sus «diez enunciados a la pregunta del millón de dólares: ¿Cómo se escribe una novela negra?» y en los que destacará, entre otros, la búsqueda de la verdad, la evolución del quién lo hizo de las primeras novelas con el investigador (Holmes, Marple, Poirot…) como protagonista, al cómo se llega a cometer ese crimen del hardboiled clásico o el porqué, la importancia de diálogos realistas o la verosimilitud.
El segundo capítulo está dedicado a esos autores heterodoxos que crearon escuela: Hammett, Chandler, Chimes, Thompson… Por desgracia a más de uno no se le reconoció en vida la aportación que realizaban a la novela negra.
El tercer capítulo está dedicado a Raymond Chandler y la importancia de su detective privado Philip Marlowe, del que realiza una radiografía a través citas literarias extraídas de las siete novelas publicadas en vida. Además hay datos curiosos de su biografía, su paso por Hollywood y hay un apartado específico de las adaptaciones cinematográficas del detective privado. Por ejemplo, menciona que «se mostró satisfecho con Humphrey Bogart en su caracterización para El sueño eterno, dirigida por Howard Hawks en 1946, con guion firmado, entre otros, por William Faulkner» y recoge las palabras que Chandler escribió a su amigo Hamish Hamilton, «Bogart sabe ser duro sin una pistola. Además, tiene aquel sentido de humor que contiene un sutil matiz de desprecio. Bogart es un artículo genuino». Otro cantar será su relación con el director de La dalia azul, George Marshall, o Billy Wilder o Hitchcock.
En el cuarto capítulo tendremos a Jim Thompson, donde Mariano Sánchez, trae la cita del estudioso Geoffrey O´Brien para definir en unas pocas palabras la fuerza creativa del autor estadounidense: (Thompson) «no dramatiza la lucha entre el bien y el mal, la vive y el autor la vive con él y a través de él (…) No hay salvación… Lo que prevalece en sus trabajos es esa incesante pregunta, esa intensidad moral incapaz de entregarse a una respuesta sencilla. Nos encontramos siempre en el límite». Nos dejará una semblanza del autor, su manera de escribir y su vida como guionista en Hollywood, como la de tantos otros escritores de novela negra.
En los siguientes capítulos tendremos a Chester Himes, Donald Westlake, Samuel Fuller, Ed McBain, la definición del cine negro, un capítulo dedicado al (escaso) cine negro español, la novela de espionaje y tres capítulos, como reivindicación de tres maestros: Francisco García Pavón y su serie del jefe de la Guardia Municipal de Tomelloso, Manuel González, alias Plinio; Andreu Martín y Francisco González Ledesma. El libro termina con un listado de novelas y películas negras que hay que leer y ver.
Anatomía del crimen es para leerse saboreando cada capítulo. Mariano Sánchez Soler dosifica muy bien la abundante información. Con sus citas y comentarios consigue que el lector se haga una idea clara de la importancia de cada uno de los autores reseñados y anime a la lectura de sus obras. De igual forma, las películas basadas en novelas o guiones originales tienen cabida en este recorrido apasionante por el universo negro. También destaco algo no menos importante, se percibe y se siente el amor y devoción del autor por todos esos escritores y directores que menciona a lo largo de las páginas de este ensayo.
Si le gusta la novela negra y/o el cine negro, no deje de leer Anatomía del crimen porque seguro que hay algo nuevo que descubre (a mí lo de Fuller y Kenneth Fearing me ha descolocado), que aprende o que enriquece su visión.