Belleza roja es la primera novela de misterio que protagonizan la pareja de policías: Santi Abad y Ana Barroso. Juntos habrán de averiguar quién fue el asesino de la adolescente Xiana Alén, aparecida en su habitación, boca abajo, degollada, con el suelo cubierto con sangre artificial y sin huellas. Tenemos los dos policías mencionados y seis sospechosos: los padres, Teo Alén y Sara, la tía de Xiana, Lía, y hermana gemela de Sara (aunque de parecido tengan poco) y «una pareja de amigos, Fernando Ferreiro e Inés Lozano, y una anciana, la tía de las gemelas, que vive con Sara, Amalía Sieiro». Todos ellos estaban en esa casa en las afueras de Santiago de Compostela cuando se produjo el asesinato según la hora estimada por el forense. Uno de los asistentes a la cena, Lía Somoza ha intentando suicidarse cortándose las venas y ha sido internada en el hospital. El psiquiatra Connor, al principio reacio a encargarse de su caso, acabará implicándose más allá de lo profesional para asegurarse de que no vuelva a quitarse la vida. Esto provocará que, aunque sea la primera candidata a ser la asesina de la adolescente, impida que la policía pueda interrogarla.

El inspector Santi Abad comienza a trabajar con Ana Barroso, quien se ha ofrecido voluntaria para colaborar en la investigación. Forman un buen equipo, pero se atraen y esto acabará desencadenando una serie de choques y de conflictos personales y profesionales. Él es un tipo duro que se arrepiente de un hecho pasado que le puede pasar factura en cualquier momento y cuyo origen aún no ha afrontado. Ella ha hecho su vida como madre soltera, independiente que sabe lo que quiere y lo que se juega, aunque haya de tragar saliva o morderse la lengua en más de una ocasión con su jefe, no con Santi.

«-Que sea la última vez que empiezas a hablar antes que yo. ¿Por qué le ofreciste a la madre que se quedase para escuchar el interrogatorio?

– ¡Es un menor!

-¡Precisamente! Los menores no hablan una mierda delante de sus padres. No estamos aquí para hacer amigos. Cuando vas conmigo hablas después de mí, a no ser que yo te diga otra cosa, ¿entendido? ¿Te ha quedado claro?»

En Belleza roja, Arantza Portabales nos presenta los conflictos internos y crisis de cada uno de los personajes. Habrá arrepentimientos, decisiones radicales, redenciones y caídas. El narrador omnisciente nos contará lo que piensan y no dicen los personajes, las mentiras que se cuentan unos a otros y lo que les hubiera gustado hacer y no han hecho.

«(…) estaban en la cama. Cada uno leía un libro. Ella pensó en preguntarle si se arrepentía de haberse casado con ella. Quizá si se hubiera casado con (…) Desearía reunir el valor para preguntarle si aún quería a (…) Para preguntarle qué más podía hacer ella. Para preguntarle por qué le apartaba el pelo de la cara cada vez que hacían el amor. Por qué defendía a (…) delante de los policías, pero aún no había dicho que ella, su mujer, no habría sido capaz de hacerle daño»

Es una novela de más de cuatrocientos páginas que se divide en capítulos cortos de unas pocas páginas. Vamos saltando de un capítulo a otro deseando conocer más detalles de la vida aparentemente feliz de estas familias ricas, pero podridas por dentro. Como buena novela de misterio (no falta un guiño a Agatha Christie) la autora nos dará las pistas para averiguar quién es el culpable e irá cerrando el final de cada una de las historias, salvo la de Santi Abad y Ana. La cual gustosamente tendré que leer en la siguiente novela La vida secreta de Úrsula Bas.