Estas tres vidas difíciles son tres ensayos que el escritor James Sallis (sí, el de Drive o La agonía del asesino) nos entrega como recordatorio y revindicación de tres grandes de la novela negra: Thompson, Goodis y Chimes.
Todos los ensayos constan de una introducción al autor, no exento de anécdotas personales, en el que James Sallis analiza, describe y da cuenta de su estilo y su recorrido literario y finaliza con una reseña biográfica.
Comenzaremos con Thompson. El autor comparará la experiencia lectora de sus novelas, El asesino dentro de mí o 1280 almas, con la situación en la que se encuentra el dibujo animado de El Coyote cuando “hace una pausa para mirar abajo y descubre que el suelo bajo sus pies ha desaparecido”. De la biografía de Thompson destacaría cómo consiguió convencer a un editor para que le dejara una máquina de escribir y le pagara dos semanas de hotel. Así compuso su primera novela y consiguió que le contratara por dos novelas más. Todo un personaje.
No le va a la zaga Goodis. Su vida es un poliedro con tantas caras como testimonios han ido recabando uno de sus principales biógrafos, el francés Garnier. Sabremos de su contrato en Hollywood para poder escribir seis meses guiones y seis meses novelas, su matrimonio (o no) con Elaine, una mujer que le marcará de por vida y muchos verán su influencia en los personajes femeninos de sus obras. Tras agotarse su momento en la meca del cine, Goodis retornará a su Philadelphia, a la casa de sus padres. Gide parecerá anticipar el final de Goodis cuando describió sus obras como «un aperitivo del infierno – un violento, terrible lugar más de cualquier redención con inagotable vitalidad». Cuando muera su padre, Goodis ingresará en un hospital psiquiátrico donde morirá al año siguiente, en 1967. Como curiosidad, durante veinte años nadie reimprimirá sus obras. Black Lizard en 1987 lo rescatará del olvido.
A Himes le ocurrió en cierta manera como a Goodis: Fue más reconocido en Francia, donde obtuvo el «Gran Prix de Litérature Policière», que en Estados Unidos. Sallis lo explica destacando que “Himes estaba en un curioso campo intermedio: los lectores de historias detectivescas demandaban un argumento claro y su resolución, algo que él no proporcionaba, y otros lectores más literatos (al menos en Estados Unidos) creían que estas novelas efímeras no merecían su atención (…) «Su segunda y tercera novelas habían sido atacadas por racistas blancos, racistas negros, fascistas y el partido comunista» Himes creará su Harlem particular con sus protagonistas no menos peculiares: los detectives Ataúd Ed Jonhson y Sepulturero Jones.
Vidas difíciles es un libro que puede servir tanto de introducción para los que no conozcan a estos tres clásicos, como reflexión y disfrute para los que los conozcan. A ambos tipos de lectores, sí les aviso de que será raro si no sienten la tentación leer o releer estos autores y, por qué no, profundizar más en sus vidas: Thompson con el Savage Art de Polito, Garnier con Retour vers Goodis, una nueva edición, o la autobiografía de Himes My life of Absurdity.