En 1933 James M. Cain envió su primera novela al editor Alfred A. Knopf. Era una novela corta, potente, rompedora. Lo único que no le convencía era el título. El editor compró la obra por 500 dólares. Eso sí, le aconsejó a James M. Cain que cambiara el título original y donde ocurre gran parte de la acción, Bar B-Q, para poder publicarla.

James M. Cain pasaba por apuros económicos, por lo que no le costó sugerir otros títulos: Historia del Oeste, Puma negro, La chequera del diablo… Knopf rechazaba uno tras otro. Como se le iba agotando el tiempo para publicar la novela en enero 1934, el editor le dio el título ganador: Por amor o dinero. Sin embargo, James M. Cain era ahora el que no estaba convencido, le sonaba a musical.

Pasaron las semanas y, un día, en casa de su amigo Vincent Lawrence, éste le comentó que estaba de los nervios, sin salir a la calle, esperando recibir respuesta de los productores. Por aquel entonces, tanto James M. Cain como Lawerence trabajaban como guionistas. Al final de su charla, Lawrence observó que había notado que el cartero siempre llamaba dos veces… ¡Bingo! James M. Cain tenía el título. O no. El editor lo rechazó por excesivamente largo. Mejor Por amor o dinero. Cain, pese a que había tenido que pedir prestado dinero su amigo Vincent Lawrence se mantuvo firme. El editor acabó cediendo, afortunadamente, y el título pasó a la historia El cartero siempre llama dos veces.

Hay críticos que han visto en ese cartero también la figura del destino y otros han destacado la estructura doble de la novela. Así, en la Guida alla letteratura noir de Walter Catalano et col., se señala que «Todo en la novela ocurre dos veces: dos intentos de homicidio (…); dos crisis en la relación entre Cora y Frank; dos accidentes de tráfico, uno ficticio y otro real; dos procesos, cuando los culpables son absueltos y cuando los inocentes son condenados» y, recuperando uno de los títulos descartados, al principio de la novela hay un gato y al final un puma negro. En todo caso, creo que estamos de acuerdo si decimos que El cartero siempre llama dos veces es una obra maestra y un título inolvidable. 

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